Acostumbrado, equivocado. No veo el cielo, está nublado. Apareciste sin que te buscara nadie, no esperaba encontrarte ahí. Tal vez tu risa no tenía sombras, no tenía cara: fue todo lo que ví. Me prestaste un beso, me prestaste calma; me prestaste todo lo que me faltaba. Tenés la receta justa para hacerme sonreir y todo el tiempo, sabés lo que me asusta, sabés lo que me gusta estar con vos. Me robaste el cuerpo, me robaste el alma; ya es tuya la voz con la que antes cantaba. Me quitás el sueño, me quitás el habla; pero si estoy con vos no necesito nada.-
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